MANIFIESTO PERSONAL ATEO.

1. Mi posición ante la existencia
No creo en un dios, ni en un alma inmortal, ni en una vida más allá de esta. Y sin embargo, estoy aquí, despierta, viva, consciente.
No necesito certezas sobrenaturales para maravillarme con el misterio de estar viva. ¡Estoy a pesar de la improbabilidad!
Soy un instante en el universo, y eso me basta.

2. Sobre la vida y el presente
Vivir es breve.
Tal vez por eso cada momento tiene un valor que la eternidad no conoce.
El ahora no es un pasaje: es el hogar.
La belleza está en los detalles: una conversación, una mirada, un silencio compartido.
No tengo más que este presente, y ese es el auténtico regalo.

3. Sobre el amor, el vínculo y el legado
No necesito la promesa de un reencuentro eterno para amar profundamente.
El amor es real porque ocurre aquí, y deja huellas incluso cuando termina.
Vivir es tocar otras vidas, aunque sea de forma sutil.
Mi legado son mis hijas y mis libros. No encuentro otro más bonito.

4. Sobre la vejez, el cuerpo y el tiempo
Mi cuerpo cambia, se desgasta, se vuelve más lento. Pero también se vuelve más sabio.
Acepto la vejez como parte del viaje, no como una pérdida, sino como una transformación.
La soledad no da miedo cuando te gustas. Cuando confías en ti. Cuando te has preparado. La compañía no se exige; se gana.
Haré todo lo que esté en mi mano, sin artificios, para mantenerme sana, útil e independiente.
Y cuidaré mi ilusión como un fuego suave, incluso en la penumbra.

5. Sobre la muerte y el final
La muerte no es amiga ni enemiga, es parte del ciclo.
No iré a ningún lugar, pero tampoco me perderé: simplemente dejaré de estar. Viviré en el
recuerdo, durante un tiempo. Mis letras quedarán.
No tengo miedo de la inexistencia, porque «ahí» ya estuve antes de nacer.
Cuando llegue el final, quiero haber estado presente, haber amado, haber mirado al cielo con asombro.
Y poder decir: fue suficiente. He conocido la plenitud.

6. Mi forma de vivir con sentido
Vivir con sentido no es seguir un guion: es escribir el mío. Y a mí me gusta escribir…
No busco un propósito dado o ajeno, sino uno construido.
Agradezco cada día no porque me lo haya dado alguien, sino porque lo tengo.
Vivir es un regalo sin dueño ni deuda. No es un préstamo a devolver con intereses.
Vivo sin idolatrías. Sin temor de dioses creados para el consuelo. Tengo la valentía de aceptar la vida finita, sin más.

7. Sobre el asombro
No necesito milagros para sentirme maravillada, y no creo en ellos.
El universo, sus estrellas, el pensamiento humano, la risa, la música, el tacto, la ternura, y tantas otras cosas… son suficientes.
No creo en lo sagrado, pero sí en lo precioso.
Lo que está aquí, lo que puedo oír, ver, tocar, sentir y amar, ya me ofrece todo lo que necesito para asombrarme.

Y eso es una forma de eternidad en un instante.

MdC

Platero y yo. Mi experiencia.

Hoy te voy a hablar un poco del tema editorial, según mi experiencia. El pasado agosto de 2024 intenté publicar -por última vez- con una editorial sevillana, tras el fiasco con las dos editoriales mías anteriores (una de Madrid y otra de Barcelona), por no hablar de otras tantas empresas (llamarlas editoriales es demasiado cumplido), grandes y pequeñas a las que podría dedicar un libro gordo como el de Petete (que me autopublicaría, indefectiblemente). Fue la casualidad o la serendipia, lo que me acercó a Platero Editorial (o Platero CoolBooks, que es lo mismo), y aunque yo venía muy escéptica de entrada, al ver su buen proyecto, la apuesta por los nuevos autores sin coste por la edición, su cercanía geográfica para mí, la amabilidad que transmitía su editora en Instagram, y las buenas opiniones reseñadas, me dije: «esta va a ser». Por las que hilan, esta va a ser…

En su página hay un apartado titulado «¿Cómo puedes publicar tu obra?», explicándote los tres pasos que debes seguir como autor.  Luego, te indican cómo sigue el proceso: tras recibir tu manuscrito y demás datos personales, realizan una primera evaluación, y en el caso de que tu obra se considere un posible proyecto editorial, te enviarán un cuestionario para que lo rellenes, a fin de saber si -definitivamente-  publican el libro, o no. Es decir, que si te mandan el cuestionario, es porque ya han visto potencial en tu trabajo. Has pasado el primer examen (el único que debería importar).  Finalmente, una vez relleno el formulario, lo devuelves a la editorial y ellos deciden si todo está o.k., para sacar tu libro al público. Hasta ahí, todo genial.

Pues bien, yo envié el manuscrito, los datos, todo lo pedido, y recibí el cuestionario. ¡Eureka! -me dije, a pesar de la mucha experiencia acumulada en estas lides-. Esta va a ser -me repetí, ingenua-.  Y hete aquí que fui sincera, asertiva y honesta, y a la mayoría de preguntas del test -casi todas encaminadas a saber cuánta audiencia/seguidores/fanes/público/ventas tendría- dije la triste verdad*: estoy más sola que la que se perdió en la isla. Tengo 100 seguidores en Instagram, cero contactos, menos cero padrinos, ningún avalista, a la presentación iría mi madre,  y -además- les dije que pensaba que esa era labor editorial.  Si yo escribo, yo promociono, yo busco público y seguidores, y yo vendo… ¿para qué puñetas quiero una editorial? ¿Para darle la mayor parte del importe de cada libro? ¿Como imprenta? En fin, intuyendo que la burra me la iba a quedar yo (y no se iba a llamar Platera), les prometí dar de mí todo lo posible para mejorar esos seguimientos, y ese interés del público en el futuro libro. Me puse a su disposición sin reparos, pero respondiendo solo por mí, por nadie más. Ya he pasado por eso y no repito así me lo mande el médico…

¿Conclusión? Sin respuesta. Y eso que la reclamé, haciendo gala una vez más de ingenuidad (a la reclamación mintieron/contestaron diciendo que no habían recibido el cuestionario (¿?), que reenvié…). Pues sin respuesta una vez más. Esa fue mi experiencia, y aquí la dejo porque me resulta penoso que los autores valgan lo que sus seguidores, que la gente valga según lo que pueda o sepa vender, que la escritura sea lo menos importante, y que la hipocresía, el exhibicionismo en redes, y lo polémico que resultes, mande sobre todas las demás cuestiones en un formulario.

Y lo hago porque pocos autores se quejarán de estos tratos, pensando que no deben crearse enemistades ni en el infierno… Yo vengo de vuelta de todo ese teatro y puedo hablar con claridad. Y puedo probar todo lo dicho. Ya no busco imprentas, ni empresas, ni negocios con alto afán de lucro. Ya no permito que jueguen con mis ilusiones, y ya no mendigo la atención de nadie bajo presión. Estoy en mi segunda etapa…

«DEMENTALES» lo publicaré yo, con ayuda casera, por supuesto. Y «CONTARÉ HASTA DIEZ» lo regalo en este blog.  Un saludo a la empresa Platero, y un abrazo fuerte a ti que me has leído.

(*) En el cuestionario fui menos jocosa y más profesional. Pero la esencia era la misma.